Veamos. Entre los conocidos que tengo, me han platicado varias situaciones que han tenido con la CFE. Hace unos años, en la colonia Progreso de Acapulco, uno de estos conocidos puso un local comercial e hizo un contrato de luz para el negocio. Le dijeron que en dos días le conectarían el servicio.
Pasó un mes, y nada. En la calle se encontraba con trabajadores de la compañía y les suplicaba que le conectaraan la luz, pues no podía empezar a trabajar sin ese servicio. Le pedían tres mil pesos para hacerle el favor. Obviamente, no pagó ni le pusieron el servicio. Yo seguí la historia hasta cuando ya llevaba cuatro meses esperando la conexión de la luz y no llegaba ese servicio. Lo bueno es que le dijeron que en dos días.
Otro caso. Otro conocido tenía una casa para rentar, pero hubo un tiempo que no tuvo inquilinos y se le olvidó pagar la luz. Cuando la fue a pagar ya le habían cortado el servicio, y se habían llevado el medidor, por lo que pagó la reconexión. Le dijeron que en 24 horas le reconectaban.
Pasaron dos meses entre llamadas (le dieron como diez números de reportes); idas a las oficinas y pedimentos a los trabajadores de la CFE que veía en la calle, y nada.
Fue por medio de un conocido que ya estaba jubilado y había trabajado en la CFE que pudo conectar el servicio, pero sin medidor. Por arte de magia, al otro día aparecieron los trabajadores de la CFE a llevar el medidor. Y sanseacabó.
Ahora bien, este nuevo caso es de un usuario que pagó en el cajero CFEmático cinco días antes de la fecha límite marcada en el recibo, pero, por fallas del cajero, no reportó el pago y se le cortó el servicio al consumidor.
Se hizo el reporte al 071, donde las operadoras como robots no escuchan las razones ni quejas que el usuario expone por la falla del equipo de CFE; se concretan a saludar, eso sí, muy amables, y no vuelven a hablar más que para decir el número de reporte con que registran la queja. Dijeron que máximo en 10 horas se le reconectaría el servicio.
Pasaron más de 24 horas y nada. Más reportes telefónicos, idas a las oficinas, donde las empleadas, también, parecen robots o zombies: sólo saludan al recibir al usuario y al final para dar el número del reporte con el cual queda registrada la queja y decir que en el transcurso del día ya tendría el servicio.
Cuando el usuario les expresa las molestias por la falta de seriedad para reconectar el servicio, parece que le habla uno a las paredes o al escritorio; las empleadas ni voltean a ver al quejoso ni parecen escucharlo. ¿Este es el servicio de clase mundial que tanto pregona la CFE?
Afortunadamente, existen empleados responsables y conscientes de su función, que es la de dar un servicio oportuno y eficiente a la población.
Fue a través de la ayuda de un amigo del amigo que intervino para que en diez minutos se resolviera la situación, que los empleados que atienden este tipo de quejas no pudieron solucionar en más de 24 horas. Lo cual se agradece infinitamente, porque uno sabe lo necesario y elemental que es contar con luz en la casa, pues, en la actualidad, casi todo es eléctrico. Hacen falta más empleados así.
Al tener la CFE el monopolio de la prestación del servicio de energía eléctrica hace lo que quiere, cobrando lo que quiere, en los tiempos que quiere y, según he comprobado a través de amigos y conocidos, no faltan los empleados operativos que piden dinero para hacer las labores que deben hacer, que para eso les pagan, y bien, pues están dentro de los empleados que mejor ganan y mejores prestaciones tienen en el país.
O ¿tan mala es la calidad de la clase mundial que está a este nivel de la CFE? Es pregunta. n